lunes, 15 de diciembre de 2008

P. en la Web: Leonardo, el cocinero (parte II)

La gran oportunidad de Leonardo como cocinero
 
Como Leonardo debía aburrirse y no se conformaba con la vida que llevaba aprovecha el momento histórico en el que Lorenzo de Médici, señor de Florencia, mantiene una pequeña guerra contra el Papa para enviarle a éste unas maquetas de máquinas de asalto hechas con pasta y mazapán, algo que hizo durante toda su vida, pero que no fue comprendida por Lorenzo y que se la dio a comer a sus invitados por el aspecto tan apetitoso, ante este nuevo fracaso nuestro hombre decide marcharse de la ciudad estado y entonces Lorenzo de Médici le da una credencial recomendándolo a Ludovico Sforza 'El Moro' en compensación por el agravio de haberse comido sus maquetas, pero a leerla ve que sólo hace referencia a su cualidad de tañedor de laúd por lo que él mismo se escribe la presentación que decía textualmente lo siguiente: No tengo par en la fabricación de puentes, fortificaciones, catapultas y otros muchos dispositivos secretos que no me atrevo a confiar en este papel. Mis pinturas y esculturas pueden compararse ventajosamente a las de cualquier artista. Soy maestro en contar acertijos y atar nudos. Y hago pasteles que no tienen igual. Tras la entrevista con Ludovico el Moro este le hace consejero de fortificaciones y maestro de festejos y banquetes de la corte y aquí comienza el principio de nuestra historia.
 
Tras el primer paso hay que dar un segundo y este se presenta ante la oportunidad que le brinda la boda de una sobrina de Ludovico, así que le presenta el menú de la boda, siempre intentando introducir en la corte su nueva forma de ver la cocina, a lo que el Moro le dice que es mejor que ponga otras cosas más sustanciosas que las que presenta, que dando así la propuesta y lo que al final se tuvo que servir, como se podrá comprobar fue otro fracaso estrepitoso de Leonardo como cocinero
 
Propuesta de menú de Leonardo da Vinci:
 
- Una anchoa enrollada descansando sobre una rebanada de nabo tallada a semejanza de una rana.
 
- Otra anchoa enroscada alrededor de un brote de col
 
- Una zanahoria, bellamente tallada.
 
- El corazón de una alcachofa
 
- Dos mitades de pepinillo sobre una hoja de lechuga
 
- La pechuga de una curruca
 
- El huevo de un avefría
 
- Los testículos de un cordero con crema fría
 
- La pata de una rana sobre una hoja de diente de león
 
- La pezuña de una oveja hervida, deshuesada
 
Encargo que hizo Ludovico el Moro:
 
- 600 salchichas de sesos de cerdo de Bolonia
 
- 300 zampone (pata de cerdo rellenas) de Módena
 
1.200 pasteles redondos de Ferrara
 
200 terneras, capones y gansos
 
- 60 pavos reales, cisnes y garzas reales
 
- mazapán de Siena
 
- Queso de Gorgonzalo que ha de llevar el sello de la Cofradía de Maestros Queseros
 
- La carne picada de Monza
 
- 2.000 ostras de Venecia
 
- Macarrones de Génova
 
- Esturión en bastante cantidad
 
- Trufas
 
- Puré de nabos.
 
Continuará.  Saludos. Toni
 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Se nota que en la época de Ludovico Sforza El Moro, aún no existía la palabrita: "colesterol" y lo pasaban Bomba!!

Siempre fui admiradora de Leonardo Da Vinci. Que genialidad!! Cada cuantos siglos aparecerá un personaje así dentro de la humanidad? ya se que hay muchos " Einsteins", pero Leonardo no dejó área sin explorar. Sería de nuestro planeta??

Angélica

Anónimo dijo...

Toni: Tus presentaciones culturales son muy buenas. Me gustan mucho y espero que continuen como hasta ahora

Un beso
Angélica

Unknown dijo...

No entiendo, Leonardo que quería hacer, cocinar o decorar.

Antonio dijo...

Gracias por tus palabras Angélica, sos muy amable.

Roby: estás seguro que fuiste compañero nuestro? Tu forma de pensar es un poco extraña.