http://www.youtube.com/watch?v=5gjcN8_INw8
Pero... no era ésta la historia. Entre platos voladores, imaginarios cataclismos y fantásticas mentes adolescentes, lo que sí recuerdo perfectamente de ese viaje fue lo siguiente: Nos encantaba ir de noche a las entonces gigantescas playas de Gesell, y en una de esas tantas noches y como si el universo se hubiera confabulado con nosotros ante tanta imaginación, mientras mirábamos tranquilamente las olas nocturnas disfrutando de la brisa marina, el cielo se iluminó enceguecedoramente mientras a nuestras espaldas una potente luz azul, en el cielo, generó por un microinstante una claridad diurna incomparable. Jamás supimos que cosa fue eso. Y creo que tampoco nos detuvimos demasiado a analizar el hecho. Sólo atinamos a levantarnos con prisa de la arena y tomar carrera para El Duri. Ojalá alguno de mis ocasionales compañeros de ese viaje recuerden este hecho y que el miedo que sentimos en ese momento no se los haya borrado de las mentes. No recuerdo claramente quien estaba conmigo en ese instante pero sólo éramos dos o tres. Yo les aseguro que en mi vida me volvió a ocurrir algo así. Y también creo que los lectores de esta nota estarán tal vez pensando que para finales de los '60, el LSD ya se había inventado. Aunque yo les doy fé, que jamás lo he probado. Y... aún hay más historias de la Villa y de ese viaje. Se los cuento en un próximo capítulo.
Ahhh... me olvidaba. El Duri aún existe y es el de la foto, así es ahora, y ya no es el confín de la Villa; es pleno centro. Los quiero mucho.
Ricardo Trinjaus
¡Encontrá miles de comercios en el mapa! Nuevo Live Search Maps
4 comentarios:
Mira Ricardo, Hay una pequenia historia, que nunca me puedo olvidar,Tenia, unos 9 anios o algo asi- Estoy en la cocina de la casa tomndo el cafe con leche, sentado mirando el patio y la heladera y a mi vieja.
Donia Esther, la suyodicha estaba cerca mio para hacer alguna cosa-
de pronto se produjo algo asi como una explosion- una bola de luz azul de unos 10 a 15 cm de diametro exploto delante nuestro, bastante lejos de los enchufes o de la heladera- fue cosa de unas milesimas de segundo-Nos miramos con la vieja y lo primero que pensamos fue en un cortocicuito pero todo funcionaba correctamente-
Hasta el dia de hoy no sabemos lo que paso.
Que bien escribís, Ricardo. Muy linda la historia.
Angélica
Gracias Angélica. Me esmero cada día para ver si en algún momento te puedo igualar en la forma de escribir, aunque va a ser difícil. Un beso.
Trinjaus
Daniel Kritz: En principio quiero decirte que me encanta tu aparición en este blog y darte la bienvenida que todavía no había hecho. Es muy interesante lo que comentas acerca de la luz azul. Algunos expertos en lides parapsicológicas dicen que las cargas energéticas se presentan de variadas maneras. Sería interesantísimo saber, cosa que uno normalmente no hace o no se fija, que hechos ocurrieron en la casa o en la familia luego de esa explosión. O que cosas cambiaron si es que cambiaron. En fin... es difícil encontrar explicaciones a ciertos por qués. Un gran abrazo.
Ricardo Trinjaus
Publicar un comentario