LA BIBLIA Y EL CALEFON - Es un chiste. No tomen este título en serio.

Hola. Hace unos días que quería comentarles algo y me acordé ahora. La semana pasada fuí a visitar a mi médico para hacerme los exámes de rutina y como el mismo tiene su consultorio a una cuadra de la Escuela 28, aproveché para realizar una visita a la misma con la sana y única intención de ver colocada nuestra placa de los 40 años y fotografiarla. Como la escuela está ahora muy organizada y aparentemente mucho más que en nuestra época, hay una persona a la entrada que hace de receptora y supongo que también de custodia del establecimiento. Le expliqué cuales eran mis intenciones y me dijo que me dirigiera a la secretaría para lograr la autorización. Algo estaba muy cambiado en ese hall de recepción. Esperé varios minutos luego de golpear la puerta de la secretaría, pero nunca salió nadie. Al rato vino un muchacho a quien volví a explicarle mis intenciones y me dijo que aguardara. Mientras esperaba, pude ver nuestra placa y muchas otras de distintos años y acontecimientos colocadas en esa pared de entrada pero ahora cubiertas todas con una especie de vitrinas herméticas, de estructura de aluminio cerradas con vidrios y estantes también de vidrio. Sobre los estantes había una atractiva colección de aparatos de medición, equipos antiguos, valvulas grandes y pequeñas, libros y revistas, una regla de calculos gigantezca, tubos de rayos catódicos, aisladores de alta tensión y que sé yo cuantas cosas más. Al rato se me acercó una señora muy amable y simpática: era la Señora Directora. Le expliqué el motivo de mi visita y me contó entonces que todo eso era nuevo, próximo a inaugurarse creo que en noviembre y con la presencia de importantes autoridades de la Educación Técnica. Me pidió entonces que fotografiara solamente la placa y no todo el resto. Sabiendo por mi comentario que era yo ex-alumno de la Gran Promoción '67 me pidió además que asistiéramos a ese acto y que le encantaría que alguien de nosotros dijera unas palabras. Quedamos en que me comunicaría con ella por e-mail, para ahorrar tiempo en ese momento. Nunca hasta el momento le envié ningún tipo de datos porque creí conveniente que de estas cosas se encargara, como siempre, nuestro Secretario General Daniel Gómez a quien llamé para informarlo de tal acontecimiento. Es decir, le tiré la pelota. Por supuesto que fotografié todo de contrabando, aunque por razones éticas no habré de publicar las fotos a excepción de nuestra placa que reposa en la pared del fondo de las estructuras, detrás de un viejo multímetro y de otro pichingómetro que no tengo ni idea de que cuernos se trata.
En fín... cumplí con mi cometido de la foto y de informarle a Gómez. Ahora lo estoy haciendo con ustedes. Sería lindo e interesante poder participar de ese acto. Ojalá Daniel Gómez logre interiorizarse e informarnos del asunto.
Los quiero mucho a todos.
Ricardo Trinjaus

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