SI TOMA NO CONDUZCA

-¿Y ahora que hacemos?-  Preguntó uno de los amigos a los otros dos. 

–Creo que esta vez  será muy difícil cumplir con la misión-  Respondió el segundo de ellos.

-Pienso que después de tan largo viaje y con tanto trabajo es muy difícil abstenerse de tomar una  copita-  Replicó el tercero.

-Pero ustedes saben cómo es la cosa. Las ordenanzas son las ordenanzas y la ley hay que cumplirla.

-Sí. Pero al gordo el otro día lo pararon por exceso de velocidad y no pasó nada-

-Y sí.  Tuvo suerte .  La ordenanza aún no estaba vigente. Una multita y allí terminó la cosa. Pero a nosotros además nos quitaron los vehículos por veinticuatro horas y menos mal que no nos acusaron de estar corriendo picadas, si no estábamos fritos–

-Pasa que los inspectores no entienden de ilusiones-

-Y bueno che… sigamos a pata y hagamos lo que podamos. Y si algún chico de esta ciudad se queda sin regalos será por culpa del gobierno.  Dale… vamos… Mañana vendremos al playón a buscar a los camellos-

Y sin titubear ni tambalearse, Gaspar, Melchor y Baltasar se perdieron de a pié en el infinito.

 

Ricardo Trinjaus

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