viernes, 24 de julio de 2009

Y SEGUIMOS CON LA MUSICA

A los amantes del arte

 

Son 7 minutos en los que van a disfrutar de un momento increible.

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El escritor británico Oscar Wilde dijo alguna vez que "la Naturaleza imita al Arte". Sin embargo, luego de observar este magnífico video, muchos de ustedes seguramente pensarán lo contrario. Es que resulta verdaderamente asombroso observar a este grupo de personas recrear el sonido de una tormenta (con truenos incluidos) utilizando solamente su cuerpo.


Los talentosos integrantes de este colectivo musical, cuyas obras son estrictamente ejecutadas "a capella", son originarios de Eslovenia y su grupo se llama Perpetuum Jazzile. La imitación de la tormenta que vemos en el video, que precede al clásico tema "Africa" de la banda de rock Toto, fue grabada en video durante la edición 2008 del festival Vokal Xtravaganza

 

Que lo disfruten. CLICKEAR_AQUI



¿Cuál de estas 16 personalidades es la tuya? ¡Descubrí quién sos realmente!

5 comentarios:

Ricardo Vonte dijo...

Me impactó tanto que me olvidé de firmar. Los quiero mucho.
Ricardo Trinjaus

Anónimo dijo...

Hola Riky:
Justamente había visto este video hace unos días y me super-impactó.
Es muy bueno!!!
Bs. Angélica

Antonio dijo...

Muy bueno Ricky.
Es tal real que mi mascota se asustó, pensó que había un tormenta.

Te felicito y gran idea la de poner vínculos que permiten ampliar el tema que estás desarrollando.

Un abrazo.

Ricardo Vonte dijo...

Ahora que hablás de tu mascota... sabés que a la mía le pasó lo mismo!Importante detalle porque en general no reaccionan a los sonidos grabados, al menos mi perra. Es muy temerosa de las tormentas y será por eso. Saludos.
Trinjaus

Jorge Luchia dijo...

Muchas veces uno pierde minutos de su vida haciendo o viendo determinadas cosa... yo creo que hoy gané 20 minutos de mi vida viendo lo de B. Zender y algunos más viendo, mejor dicho, escuchando una armoniosa tormenta para los oídos. ¿Que decir? ... es una suerte que todavía queden locos sueltos capaces de mostrarnos un mundo que no imaginamos.
Un abrazo.
Jorge Luchia