miércoles, 20 de agosto de 2008

Cosas del "Triangulo de las Bermudas"

Capitulo IV

Al fondo se veía el mar bien oscuro y las crestas de la olas blanca; arriba un cielo azul pero al frente venia rápidamente la otra pared negra!

Aflojé al mínimo la velocidad del motor, mientras giraba a la izquierda, bajando en espiral. Las ruedas casi que rozaban la pared negra del cilindro; recién a 800 pies (240 mts.) de altura se veía a lo lejos la luz del sol, debajo del techo negro.

Por ahí mismo me escape de la tormenta, volando bajito hasta salir.

Ahora aparece un isla grande delante mío, si bien yo ya conocía bastante bien las islas, sabia que esa no era “New Providence” donde esta Nassau; al rato la identifico como St. Andrews ; entonces sintonicé un radio faro y me indica que tengo que ir en dirección a la tormenta de nuevo…minga, hay que evaluar la situación, tengo combustible para 4 horas, por lo tanto como plan B puedo volver a Ft. Lauderdale, pensé.

Pero como tengo mezcla de Irlandés con Italiano apunto hacia donde me indica instrumento y allí abajo en la oscuridad vi la isla y enseguida ubique el aeropuerto, voy rodeando la tormenta mientras me comunico nuevamente con la torre… ah, si, me dice, (como si no hubiera pasado un carajo), continúe en esa dirección y me asigna otra frecuencia que maneja la “aproximación final”; me comunico y responde autorizado a aterrizar, segundo  para la pista 9; ubico al que iba adelante mío y me mando.

Luego de aterrizar, bajo la lluvia, y pasar por inmigración y aduana, me encuentro con mi hermano y me dice” estas loco! Como hiciste para venir, acaba de pasar una tormenta terrible!” enserio? no jodas, le contesté.

Después de contarle la historia, comenta… y que hubiera pasado si chocabas con otro…, y que se joda, le contesté, quien le manda a ser tan pelotudo de meterse en esa tormenta. Luego me fui a la torre de control a exigir una explicación de porque no me informaron de la tormenta; me dicen que acaba de formarse una depresión tropical y no les dio tiempo a nada, fue creciendo a razón de 6.500 pies por minuto y ya llegaba a los 45.000 pies de altura, (aclaro, depresión tropical es el primera etapa en la formación de un huracán).

Esa noche fuimos al casino y después de unas cuantas cervezas, me fui a dormir.

Al otro día teníamos que volver a Ft. Lauderdale… por suerte mis “pasajeros” no arrugaron; así que me fui a la torre de control a ver el radar; por desgracia, la tormenta estaba estacionaria, y me aconsejaban no salir, pero si lo hacia, ellos me podían dar apoyo de radar hasta salir de la tormenta así que decidí irme. 20 minutos después de partir aparece un sol radiante.

Yo he leído mucho acerca del Triangulo, y he comprobado que algunas historias son pura mentira y otras son explicables científicamente, pero nunca le pierdo el respeto, ni al Triangulo ni a la naturaleza.

Espero que les haya gustado la historia.

 

FIN

 

 Daniel Geoghegan

 

 

Danny's Pianos & Organs Inc.

    1751 W. Copans Rd., Suite 3

Pompano Beach, Fl., USA, 33064

954-974-7022 - Fax 954-974-5916

     www.pianodan.com

 

 

5 comentarios:

Cristóbal Raúl Rosales dijo...

Daniel, apasionante, me quede pegado hasta el final, hace 30 años lei un libro sobre el Triangulo de un tal Licenciado Las Heras, que tambien hablaba sobre OVNIS, y no me lo podia perder.
Gracias. y a ver cuando hay otra.

Ricardo Vonte dijo...

DANI PIANOMAN... Sin palabras. espectacular la vivencia y la forma de relatarla. Quiero más. Valió la pena el suspenso de los episodios en entregas diarias. Un gran abrazo.
Ricardo Trinjaus

Jorge Luchia dijo...

DANIEL: Suscribo los comentarios anteriores, realmente atrapante tu historia. Lo interesante de todo esto es que hayas sobrevivido para contarla, sino, a quien dedicariamos estos comentarios...jajaja

Un abrazo. Jorge Luchia

Antonio dijo...

Hola Daniel: Que Historia, sencillamente impresionante (y vos dudabas si habia interes, en fin).

Igual que los otros, espero que cuentes algo mas del Trangulo de las Bermudas. Un abrazo

Toni

Daniel Geoghegan dijo...

Raúl, si, yo también me creí lo que decían los libros, pero te cuento que la isla de Bimini la recorrí por aire, tierra y mar; el agua es tan clara que se puede ver el fondo hasta una buena profundidad y ahí no hay nada de lo que dicen los libros, solo vi restos de barcos y un avión DC-3, que según dicen los isleños, venia repasado de falopa y se hizo mierda justo antes de alcanzar la pista.

Ricardo, gracias por tu apoyo, la próxima historia va a ser en el agua…jajaja. Pero son todas reales, tal cual como sucedieron.

Jorge, si, tenes razón muy pocos hemos salido vivos para contarla, los otros salieron pero en los diarios! Jajaja.

Toni, tengo mas historias, pero no todas terminaron bien; solo voy a contar las buenas; gracias por tu apoyo.

Un abrazo a todos, de corazón.