QUERIDO PROFESOR GONZÁLEZ
"GONZALITO" para el alumnado de aquella época. Siempre vuelvo a releer tu spot en este blog, el primero que publicaste después del 17 de noviembre y me sigue emocionando. En muchos de los comentarios posteriores prometí hacer referencia al mismo y decía yo, en los mismos, que no encontraba palabras para hacerlo. Prometí responderlo antes de fin de año y acá estoy. Sin encontrar esas palabras aún.
Fue muy impactante tu relato de los preparativos, el traje de comunión, las apreciaciones de tu hija al verte así vestido, tu estado de ánimo pre y pos encuentro, los pañuelos a modo de machetes y demás apreciaciones. Pero hubo algo en especial que me movió los esquemas; cuando hablás de tu vida en estos pasados cuarenta y cinco años y hacés referencia al pesimismo de los últimos tiempos diciendo: -Ese que me llevó a afirmar 'dejo este trabajo porque ya no tiene sentido', que 'los molinos de viento', que ' la batalla de la educación ya la perdí', que ' mejor me jubilo y chau'-. Ese comentario quedó dando vueltas en mi cabeza. Te sentí cansado, con los brazos caídos, impotente ante un mundo avasallante y cada vez menos inteligible para nosotros, los que arrastramos principios morales heredados de un tiempo que se nos escurrió como puñado de arena seca apretado en una mano. ¿ Pero sabés que Profe? No fue el 17 de noviembre el que te reconfortó y te permitió abandonar ese pesimismo anímico. El acto fue sólo el disparador de una realidad inimpugnable. Decía hace muchos años un Monseñor Argentino cuyo nombre ya ni recuerdo, que este País sólo será grande cuando los Gobernadores gobiernen, cuando los Obreros trabajen, los Médicos curen, los Jueces impartan justicia, los Policías nos protejan… LOS MAESTROS ENSEÑEN… Y aquí, precisamente, en este punto mágico y maravilloso, es donde tu tranquilidad y tu autoestima deben estar bien altas. PORQUE NOS ENSEÑASTE . A nosotros y a cientos y cientos como nosotros. No solamente cada materia específica sino también sobre la vida. Y eso te lo digo yo, que lamentablemente jamás te tuve como profesor , y sin embargo aprendí de vos que un profesor puede también ser un amigo. Y este País sólo será grande cuando …LOS ALUMNOS APRENDAN… , concluía el Monseñor.
Y la primera persona a quien saludé ese 17 de noviembre fue a vos, preguntándote: -¿Vos quién sos?- -René González me respondiste-. Un alumno más, un compañero, un Profe de verdad. Con la humildad que yo esperaba, con el respeto que siempre mereciste y con el cariño que es patrimonio sólo de los grandes.
Y en ese momento aprendí que había aprendido.
Gracias Profesor González, gracias Gonzalito, gracias René. Ojalá, y éste es mi deseo, que muchos educadores del Siglo XXI, también aprendan de vos que juntos podremos hacer un Gran País.
Muy feliz 2008 amigo.
Ricardo von Tschirnhaus (Alias Ricardo Trinjaus)
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1 comentario:
Ricardo:
Gracias........
René
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