martes, 10 de febrero de 2009

El robo de la Gioconda

Hola amigos:
 
                    Esta es una historia real. En el año 1911 se efectúaban tareas de mantenimiento en el museo del Louvre donde estaba, y está, el cuadro más famoso de todos los tiempos: La Gioconda o Mona Lisa, la genial obra de Leonardo da Vinci.
 
                    Uno de los operarios que trabajaban en dicho museo era Vicenzo Peruggia,  un humilde carpintero italiano, con fuerte sentimientos nacionalistas.
 
                    Conoció a un argentino,  Eduardo de Valfierno, con el cual "coincidió" que era una gran injusticia que el cuadro más importante del mundo, siendo italiano, esté en Francia. Lo correcto sería devolverlo a Italia.
 
                    El lunes 21 de agosto de ese año, Vicenzo Peruggia salió con algunas tablas, dentro de las cuales ocultaba el óleo sobre tabla, indudablemente la vigilancia no era muy buena. Con el cuadro en su poder se dirigió a su hotel donde debía esperar al argentino y juntos devolverían el cuadro a las autoridades italianas.
 
                    Luego de esperar dos años sin tener noticias de su amigo, ofreció el cuadro a un anticuario de Florencia, Alfredo Geri, quien junto al director de la Galleria degli Uffizi, fueron a la habitación del hotel y comprobaron que el cuadro que estaba en una caja de madera junto a algunas herramientas y objetos personales, era el original.
 
                    Vicenzo Peruggia fue juzgado y condenado a prisión, en su pequeño pueblo natal fue considerado un héroe. La Gioconda fue expuesta durante un mes y luego devuelta a Francia.
 
                    Pero que había pasado con el argentino?.  Antes de inducir el robo a Peruggia, encargó a Yves Chaudron- un excepcional falsificador marsellés- seis copias perfectas del cuadro, usando pigmentos, procedimientos y tablas de roble como soporte que pudieran pasar el examen más atento. Tras catorce meses de trabajo, las réplicas quedaron listas.

                    Una vez conocido el robo, seis ávidos compradores (cinco norteamericanos y uno brasileño) pagarían por las seis réplicas creyéndolas la verdadera obra. Entre 30 y 60 millones de dólares fue el fruto de esta maniobra.
                    La historia de Vicenzo Peruggia es real y existen registros de su juicio y condena.
 
                    La historia de Eduardo Valfierno la contó un famoso periodista de aquella época, que dijo haberla escuchado de una persona de muy buena posición económica que se hacía llamar conde, con la condición que la publique después de su muerte.
 
Saludos. Toni
 
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola amigos: Les escribo desde Cartagena de Indias, Colombia. Si estoy de viaje por aqui y con una maquina que no se donde estan los acentos.
Si puedo les voy a ir haciendo un diario de ruta. No hay mucha internet por estos lugares y si hay, es bien cara.
Un beso grande a todos
Ang.