Tal lo prometido a Ricardo va otra del gran Cacique.
Estabamos en cuarto año en el aula de quimica, lunes a la primera hora, ¿a quién podiamos tener de profesor? .... acertaste a Sagarra.
Alguno de la banda llevó una bombita de gas lacrimogeno y se le ocurrio tirarla antes de entrar, cosa que cuando llegaramos al aula, ya estuviera bien desparramado el gas.
Cae Sagarrita y nos ve lagrimiando a algunos, otros con pañuelos en las manos tapando los ojos, otros riendose, como no podia ser de otra manera.
Miró, preguntó, obvio nadie sabia nada y dijo... el lunes proximo quiero a sus padres aca.
En esos días mi vieja, tuvo que viajar de urgencia a San Rafael, ya que mi abuela, se habia descompuesto con monoxido de un brasero, entonces fui y le hable a Mahioqui, le conte la situación, y otra vez el ogro se sacó la mascara y me dijo... andá tranquilo, si el profesor te pregunta algo decile que tu madre ya habló conmigo.
Tal vez no sea una gran historia lo que les cuento, pero a mi en ese momento me marcó su actitud, si no no la recordaría con aprecio.
A proposito de la bombita, nunca pude saber quien habia sido... que poco respeto che!!
Raúl Rosales
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