Yo no voy a describir lo que viví el sábado, en primer lugar porque no tengo palabras y en segundo lugar porque los que lean esto, imagino, vivieron de igual manera ese día maravilloso.
Dar las GRACIAS, ASÍ DE GRANDES, a Daniel Gómez es tan obvio como merecido, por lo que mi mayor énfasis lo pongo para dar las GRACIAS a todos aquellos que, día a día en forma casi anónima, aportaron su granito de arena hasta formar la inmensa montaña que disfrutamos el sábado 17.
Quiero decirles también que esta movida no se agota en el reencuentro y el abrazo con compañeros casi perdidos entre los recuerdos, sino que produjo algunos milagros paralelos, como el reinicio de amistades desvanecidas; A generado tanta energía como para descongelar sentimientos que estaban frezados sin ninguna razón aparente y que hoy afloran intactos, puros, como si el tiempo no hubiera transcurrido, como si ya nada los pueda afectar nunca mas. Por esto que me está pasando y que seguramente les este pasando a otros en otros grupos, es que la palabra GRACIAS, dicha ya tantas veces, la quisiera repetir eternamente. GRACIAS… GRACIAS… GRACIAS… GRACIAS… GRACIAS…Jorge Luchia
No hay comentarios:
Publicar un comentario