miércoles, 3 de marzo de 2010

Tanto en 30 minutos

Tuve que ir al centro por unos trámites. Pleno micro-centro de Bs. As. Para volver a mi casa tomé el subterráneo (metro) que va desde Catedral a Congreso de Tucumán. El viaje normalmente dura, de 30 a 35 minutos.
Como eran las 11:30 hs no había tanta gente y logré sentarme cómodamente. Pasamos dos estaciones y los asientos ya se habían completado. Subió una Sra. de unos 30 años, vestida modestamente, con cara de “muy sufrida”; dejaba sobre la falda de cada pasajero una lapicera o bolígrafo, empacada en cartón y plástico sellado. La ofrecía por $4.
De entrada le dije que no la quería y di las gracias. Luego empezó a recoger las lapiceras (no vi que nadie le comprara) las colocaba dentro de una caja y las contaba. Algo no salía bien en sus cuentas y pasaba de nuevo, una y otra vez, viendo si había quedado en algún asiento una lapicera sin recoger. Pasó tantas veces, que la gente empezó a mirar si había caído por algún lado la lapicera faltante.
Estaba en eso la situación, cuando subieron una chica y un chico; muy jóvenes ambos. Empezaron a discutir entre ellos. La discusión iba subiendo de tono, al punto que la vendedora de lapiceras interrumpió la búsqueda y se quedó en un costado mirando. Parece que discutían por celos. Ella le recriminaba al joven que era un caso perdido y que mujer que veía, quería conquistarla, incluso estando ella presente.
En mi caso me di cuenta enseguida que la situación era falsa. Eran actores ambulantes que van por los subtes y hacen una pequeña escena preparada y luego pasan la gorra. Obviamente, la escena que dura 2 o 3 estaciones, termina bien. La parejita se reconcilia con besos y abrazos.
Cuando los actores comenzaron a pasar los sombreros para recaudar, la mayoría de la gente les dió propina (yo también). La mujer que estaba buscando aún su lapicera, dijo en voz alta:
-A mi me falta una lapicera, nadie la vio? Uds. si que deben tener la heladera llena- les increpó a los actores. Estos conversaron algo con ella, le palmearon la espalda y bajaron en la siguiente estación.
La mujer emprende nuevamente la búsqueda de la lapicera. Entonces, un Sr. mayor, le pregunta:
- Cuanto vale la lapicera que perdiste?.
Ella lo mira y le responde:
- $4.
El Sr. saca su billetera y le da un billete de $10, a lo cual la mujer hace amago de darle el vuelto, pero el Sr. Le dice:
- No. Quedátelo por favor.
La mujer lo mira sorprendida y le da las gracias; hasta se la ve medio emocionada.
Los pasajeros empiezan a aplaudir al Sr., e incluso alguien le grita:
- ¡¡Grande maestro!!
Instantes después desaparece la vendedora y ya casi llegando a Congreso de Tucumán, entran músicos latinoamericanos;
Esta vez eran tres: Con guitarra, quena y charango. Comenzaba otro acto, pero yo tenía que bajar.
Mientras subía la escalera mecánica, me planteaba las cosas que pueden suceder en 30 minutos. La variedad de personajes que deambulan por una ciudad. La bondad de algunas personas, como este señor que le dió el dinero... . Y, de pronto, me dije:
- Pero esto de la pérdida de la lapicera, no estaría también preparado cómo un número de actuación?
Bs.
Angélica

3 comentarios:

Trinjaus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
daniel kritz dijo...

Te comento que uno de los mejores paseos turisticos que hacemos cuando viajamos a Baires es tomar el subte B de Chacarita donde vive la vieja, hasta el centro, tanto la ida como la vuelta- es sumamente folklorico!!!
Cada año se ven mas , creo que hacen fila para pasar de vagon a vagon.
Si se hiciera un grafico de la cantidad de vendedores o pediguenios en el subte en funcion de la pobreza, creo que nos daria una curva exponencial- realmente triste-

Antonio dijo...

Como de costumbre, excelente relato Ang.

Cuantas historias pasan a nuestro alrededor.

Me pareció muy buena actitud de la persona que le dió los $10. Realmente no tiene importancia si la mujer actuaba o era una situación real.

Comparto los pensamiento de Ricky. Lamentablemente nuestra generación cometió muchos errores.

Daniel, si querés tener nuevas experiencias sobre "turismo social", te puedo "recomendar" que viajes en el Ferrocarril Roca.

Un fuerte abrazo para todos.