viernes, 28 de noviembre de 2008

MI ESTADÍA EN BRASIL (me acordé gracias a Mario Herrera)

 

En el año 1993 yo trabajaba en los laboratorios de Emisión Acústica, de CNEA. Nuestro trabajo era totalmente de desarrollo, por eso necesitábamos hacer experiencias prácticas aplicando los conocimientos a temas concretos.

En San Pablo, Brasil, había y hay todavía, una empresa que se llama Brasitest, que aplicaba todo lo relacionado a Emisión Acústica a problemas reales dentro de la  industria. Hicimos un convenio con ellos y me eligieron a mi,  para que vaya a hacer una pasantía  conjunta.

 

Eran 22 días que yo tenía que trabajar para instruirme en el manejo de equipamientos,  con los técnicos e ingenieros de Brasitest.

Me encantaba la idea, así que me preparé. Me dijeron algunos compañeros,  que quedaba bien llevar  regalitos típicos argentinos,  para darle a la gente con la que me relacionara. Así es que compré algunas cajas de alfajores Habana y como a mi me gustan de chocolate,  eran todos de chocolate. Luego compré varias láminas de porteños bailando tangos, otras de caballos y algunos llaveros con gauchos, mates, etc.

 

Antes de ese viaje,  había viajado muchas veces sola y nunca me había pasado nada. Así,  cuando llega mi avión a San Pablo, donde  gente de la empresa me iba a estar  esperando, se me ocurre que mejor primero busco cambio,  ya que solo llevaba dólares. Pregunto y me indican un banco ahí mismo,  dentro del aeropuerto de San Pablo. Solo tenía que tomar un ascensor. Llegué,  realicé mi trámite, pero cuando quise volver y encontrar la salida, me perdí. Pero me perdí muy feo, no podía salir  y a pesar de que preguntaba, cada vez estaba más perdida y desesperada,  sabiendo además que me esperaban. Finalmente casi una hora más tarde,  logré salir y por suerte aún me esperaban...

 

Nadie me había avisado que me venía a buscar  un mulato "Increíble"  (por lo lindo!!!). Era  más joven que yo, alto, tenía ojos celestes, (mulato de ojos celestes???, Si)  piel que sin ser negra era morena, esa mezcla rara que no es blanca ni negra: solamente mulata. Era el ingeniero que iba a estar como padrino mío durante  la pasantía... Bingo!!

 Después de recuperarme, comenzamos a conversar,  él  en portugués y yo en español, pero logramos entendernos a la perfección. Resultó ser muy gentil,  muy profesional y muy correcto. Me llevaba y me traía todos los días del hotel a la empresa, en su coche. Así que en el viaje tanto de ida como de vuelta escuchábamos música brasilera y comentábamos sobre las costumbres de cada país. Me recomendó varias visitas que podía hacer en la ciudad sin correr grandes peligros!! ya que San Pablo era en ese momento, una ciudad para cuidarse y mucho.

 

Solo enumero algunas de las cosas que me pasaron,  ya que sería para varios capítulos contarlas.

 

-         Un taxista me vió cara de "no soy de aquí"  y me  llevó por donde quiso. Me asusté bastante.

-         Un Sr. que se alojaba en mi hotel detectó que estaba sola y me perseguía, con toda la intención de hacerse un levante. Esta parte fue desopilante....

-         Una tarde  salí de compras al centro comercial. De pronto, observo que  venía por la misma calle que yo transitaba,  una barra de niños. Serían unos 20. Los llamaban "pirañitas" (En toda América Latina llaman con ese nombre a estas barritas). Me escondí como pude en un negocio que bajó sus persianas hasta que se fueron. Que susto!!!

-         Aprendí a comer por Kg. ya que en los restaurantes se imponía la moda que aún hoy existe, comer por peso de comida.

-         Me hice de muchísimos amigos que me pasaban recetas de comidas típicas de las regiones de  donde provenían, ya que San Pablo es muy cosmopolita. Todos eran trabajadores de las empresas a las que yo iba.

-         Cuando uno de los últimos días repartí los regalos, se peleaban por las láminas de caballos y las de bailarines de tango. Por supuesto no me alcanzaron los regalos y algunos se enojaron...

-         En cuanto a los alfajores, yo los tenía en el frigobar del hotel. En la empresa, aire acondicionado solo  tenía el jefe máximo, los demás nada y era un calor insoportable.  En un momento miro y veo que se comían los alfajores con el chocolate totalmente derretido. De todas formas les encantó... y no alcanzó.

 

Luego recorriendo vi que lo del "mestizo con ojos celestes" que a mi me había impactado tanto, se repetía en otras rarezas. Había tanta mezcla de razas.... se veían negros con ojos rasgados como los chinos. Sobre todo en el barrio chino de San Pablo he visto unas morenas con ojos de chino/japoneses,  hermosísimas!! Rubios, pero con rasgos bien de indígenas...etc.

 

Fue una experiencia muy linda y enriquecedora. Yo había ido muchas veces a Brasil, pero de turismo y no era lo mismo.

Les adjunto una foto mía trabajando allí, en 1995.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

3Mario: Va aclaración. No tengo tu dirección porque tuve un serio problema con mi PC. Están tratando de recuperar mi Disco rígido. Luego que vos me escribiste contando toda tu historia laboral y familiar en Brasil, yo había preparado este relato para contarte. En el interín se accidentó mi nieto (ya está bien) y quedó todo en el aire. Ahora lo recupero y lo adapté un poco, por eso decidí mandarlo al blog. De todas formas mandame de nuevo tu dirección.
un abrazo
Angélica

Antonio dijo...

Que lindo relato Angélica y que hermosa experiencia profesional.

Hay un detalle de la historia que faltaría completar (creo que no soy el único que lo quiere saber):
como siguió la historia con tu "padrino", el mulato ingeniero brasileño.

Saludos. Toni

Anónimo dijo...

Toni: La relación nunca pasó el rango de "amistosa". Durante 2 años, luego del viaje nos enviamos postales para las fiestas y luego ni eso. Me enteré hace poco que ambos estuvimos en el 2006, en un mismo congreso aquí en Bs. As. y no nos vimos...
Angélica

Anónimo dijo...

NOTA:
Me equivoqué, la foto yo puse 1995 y es de 1993

Mario dijo...

Algunos de los brasileros se enojaron porque no les llevastes dulce de leche,especialmente de La Serenisima,son locos por el dulce de leche.
El que hacen aqui es artesanal,ni parecido al nuestro,generalmente de un marron claro y sin mucho gusto.Bueno,Angelica,mi direccion es mario_luis_herrera@hotmail.com,y la del Google, mherrera206@gmail.com.
Saludos Mario

daniel kritz dijo...

Decime Angelica hasta el 93, dormias en formol o algo asi?
porque no cambiaste nada (bueno, un poquito).
Veo las fotos de los muchachos y me cuesta saber quien es quien pero la tuya!!Si te veia en la calle te paraba a saludarte...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Daniel: Sos demasiado generoso!!!
Mario: El dulce de leche le gusta a todo el mundo. No me di cuenta de llevarlo a San Pablo, pero luego aprendí ese detalle y en otros viajes a otros lugares lo he llevado con un éxito increible!!
El mejor para mi, es el Bamboche y el de Havana en frasco. Los probaste? Te los recomiendo.
Angélica

Mario dijo...

Angelica:

la marca de dulce de leche,Bamboche,no la conozco,ahora si,me hicistes recordar a un
boliche bailable de la epoca que tenia el mismo nombre,de moda,al cual nunca fui,espero no equivocarme.Del dulce la Havana en frasco tambien no lo probé,solo llevo a Brasil cuando vuelvo los alfajores.
Te diré que de unos años atrás evito de comer dulces que soy un apasionado,por precaución,ahora,no me contengo,de comer el helado de dulce de leche de la heladeria Daniel en Saavedra,te lo recomiendo.Llevo la Serenisa para Brasil porque el precio es mas accesible,facil de comprar y de satifacer el gusto de muchos familiares y sobrinos de parte de mi mujer.
Con certeza voy a probar las dos marcas de dulces que me dijistes.
Saludos Mario