Cuenta la historia que en un pequeño pueblo, el cura confesaba a las mujeres, y muchas de ellas le decian que habian cometido "adulterio", en criollo, le metian los cuernos al marido. El sacerdote, cansado de oir esas declaraciones les pidio a una por una que cuando metian la pata, le dijeran "me caí en la zanja".
Un día lo trasladan de pueblo al cura y estaban esperando que viniera el nuevo para irse, pero como tardaba mucho y lo estaban esperando, le dijo al intendente que le hiciera un favor, le explicara al cura nuevo que cuando una mujer le decia "me caí en la zanja", le estaba dicendo lo otro.
LLega el cura nuevo y por la fiesta que le hicieron el intendente se olvidó de pasarle la clave. Días despues, cuando comenzó a confesar, viene una y le dice que se habia caido en la zanja..... esto no puede ser, decia el cura. Ya cansado de que muchas mujeres le decian lo mismo, se calento y fue a ver al intendente para reclamarle por el mal estado de las veredas.
Cuando le contó al intendente que debía arreglar las calles ya que muchas mujeres se caian en la zanja, este se avivó que no le habia dicho nada y se largó una carcajada que todavia resuena.
El cura asombrado lo mira bien, levanta mas la voz y le dijo....NO SE DE QUE SE RIE, SU SEÑORA ESTA SEMANA SE CAYÓ DOS VECES............
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