ahora, me aguantan......

Queridos amigos: Ya pasó bastante tiempo desde el quiebre de rutina diaria, el momento donde a varios de ustedes se les  ocurrió reunirnos en un momento inolvidable. Con posterioridad a ello hemos quedado varios enganchados en el superblog que es de acceso público y que nos tiene unidos  aún con un delgado hilo, pero que entiendo es lo más fuerte que tenemos. Después del descanso vacacional he abierto la página y encuentro varias cosas interesantes, como por ejemplo que nuestro compañero Strinjaus tiene una cantidad no determinada de hijos que se dedican a la música, que tocaron en Buenos Aires y yo me los perdí, junto a los míos. He leído varios cuentos que por supuesto incorporé a mi repertorio. He tomado contacto con el amigo Danny en Miami, quien en abril vendrá por éstos, sus pagos, que discutió con nuestro Castrucci por el número de microbios en no sé que caja! Y también la reunión de alguno de ustedes con el querido profe Bianco.

 

                              Estoy convencido que este grupo no puede abandonar sus contactos, sus diálogos, sus reuniones. Por lo que me parece que todos debemos escribirnos a través del blog, aún cuando más no sea para decirnos las boludeces de cómo nos vá!, si somos abuelos, si sufrimos por el equipo de nuestros amores, si podemos encontrarnos para tomar un café o mejor para un almuerzo sencillo o más complicado, si alguien se ha casado o mejor todavía, si se ha juntado (con el sexo que quiera…eh!). No debemos olvidar que uno no vive de las cosas importantes que pasan en el mundo, vive de las cosas frugales, sencillas, digamos de las boludeces. Bueno comuniquemos las boludeces a este grupo que sin duda las van a leer con entusiasmo.

 

            En ese sentido, el de las boludeces, me propongo contarles en dos o tres intervenciones, cómo carajo es que yo en algún momento tuve la hermosa oportunidad de ser docente de ustedes.

 

               Empiezo por decirles que yo también soy egresado de la 28 cuando se denominaba 36.

 

                   Bueno, por hoy basta, saludos,      René