Recorrido

Desde que me jubilé, hace ya poco más de un año, salgo todos los días a caminar. No menos de 30 y tampoco más de 40 cuadras. Ese es mi promedio. El objetivo: “Ejercicio para no achancharse”. Si llueve, paraguas, si hace frío un buen abrigo.
En cuanto salgo a la calle, observo los árboles y los canteros que los rodean, para ver las novedades.
En la puerta de mi casa hay un fresno que tiene unos 15 años. Está muy alto y corpulento. En el cantero que lo contiene, planté unos helechos y damas de noche. Estas, están muy grandes y florecen cuando cae el sol.
En la casa lindera, hay un viejo paraíso: En noviembre la fragancia que desprende este árbol, es increíble. En su cantero, hay una enorme espina de Cristo. Esta planta es muy respetada por los perros del barrio.
La vereda de enfrente tiene un viejo jacarandá, sus ramas cruzan la calle y se mezclan con las del paraíso. Por suerte, no florecen juntos, ya que ambos son árboles que ensucian mucho. Pero compiten entre ellos en hermosura.
Llegando a la esquina, hay un muy antiguo palo borracho que tiene la característica de mezclarse todos los años, con una hermosa glicina que sale desde el interior de un jardín. La glicina, usa las ramas del palo borracho para desparramarse y así, llegar a la mitad de la calle. Los transeúntes paran a mirarlos y algunos incluso, sacan fotos de la “glicina atrevida”, que no quiere quedar encerrada en su jardín.
Siguiendo hay un árbol de paltas. Alguien hace muchos años plantó el carozo de una palta y ahora en la cuadra, tenemos unas hermosas paltas.

También hay tilos, plátanos, una araucaria (aunque no lo crean), palmeras, tipas, etc. etc.
¿Cómo puede ser que crezcan tantas especies distintas en una misma cuadra? Es que estamos en la llanura pampeana, pródiga por donde se la mire.
Sabían Uds. que en Bs. As. crecen actualmente 238 especies de árboles?