LO PROMETIDO, MI OPINION

Creo que el blog ha ido creciendo, al principio hablábamos de recuerdos y las emociones y luego se fueron diversificando los temas, todos desarrollados en libertad y armonía, rara vez aparece algún comentario disonante, la mayoría de la veces son elogiosos y estimulantes para el autor, algunos son sinceros y otros simplemente por cumplido pero todos preservan la buena relación. Este estado de cosas resulta cómodo y placentero, pero tiende a la chatura, suena atractivo elevar su contenido con temas algo más picantes, pero tengamos cuidado y seamos prudentes.

Yo pienso que hay una gran distancia entre la teoría y la práctica, resulta muy fácil declamar las enormes ventajas de la libertad, el poder exponer nuestro pensamiento sin restricciones, después de todo somos adultos, responsables y en tal sentido nuestras opiniones no deberían molestar ni ofender a nadie, pero … Que difícil es ponerlo en práctica !!!, yo diría que es casi imposible.

Una de la razones por lo que creo que es casi imposible es que nos gusta mucho polemizar, juntamos 3 personas y tenemos 4 opiniones, integramos una sociedad donde la discusión es el deporte nacional, la mayoría de las veces discutimos solo para tener razón y no para encontrar la verdad o la solución del tema en cuestión; esto ya es un inconveniente. No muy grave cuando el tema es banal, tampoco lo es aunque el tema sea profundo y trascendente, pero si lo es cuando se trata de política, de religión o de conductas, R. Trinjaus dice en su post “El ser humano es eminentemente político desde el momento que nace y comienza a socializarse” por ende su idea política y religiosa es la definición de sí mismo. Creo que ahí radica el problema, no hay manera de expresar disconformidad con determinada expresión política sin que se sienta agredido quien adhiere a ella, porque se sentirá cuestionado en su esencia.

Cada blog debe tener un sentido, el nuestro claramente lo tiene y no es la discusión política. Yo no estoy de acuerdo con que se censuren temas, tampoco me gusta que nadie me diga que puedo decir y que no, pero si deseo que seamos responsables al escribir, después de todo, en este mundo inundado de redes sociales y medios de expresión no nos va a faltar lugar para opinar con absoluta libertad y sin el compromiso de cuidar una amistad.

En mi familia somos muy refraneros y para cada circunstancia tenemos uno, el que se me ocurre ahora es “Para muestra basta un botón”, las consecuencias están a la vista.

Un fuerte abrazo para todos
Jorge Luchia