miércoles, 15 de diciembre de 2010

Quien se fue a Sevilla, perdió su silla

Continuando lo dichos como "No quiere mas Lola" aqui sigo con otro muy conocido-
Al final hay una direccion donde hay muchos otros mas dichos populares

Durante el reinado de Enrique IV (1425-1474), le fue concedido el arzobispado de Santiago de Compostela a un sobrino del arzobispo de Sevilla, don Alonso de Fonseca. Dado que el reino de Galicia andaba revuelto, el arzobispo electo pensó que la toma de posesión del cargo no iba a ser cosa sencilla, por lo que pidió ayuda a su tío. Don Alonso se desplazó al reino gallego, pero pidió a su sobrino que se ocupara del arzobispado sevillano durante su ausencia. El arzobispo, tras lograr serenar los ánimos de los gallegos, regresó a Sevilla, pero se encontró con que su sobrino no quería dejar de ningún modo la silla hispalense. Para que desistiera, no sólo fue necesario un mandato del Papa, sino que interviniera el rey y que algunos de sus seguidores fuesen ahorcados tras un breve proceso. A raíz de este trágico suceso nace el refrán quien se fue a Sevillla, perdió su silla. De él se deduce que la ausencia perjudica, no al que se fue a Sevilla, sino al que se fue de ella.



2 comentarios:

Trinjaus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jorge Luchia dijo...

Buena observación, yo también noté lo mismo, suele ocurrir que los dichos van de boca en boca y terminan mutando. Un ejemplo de esto es el que para graficar un estado económico desastroso dice" Estoy en pampa y la vía", cuando en realidad es "Estoy entre Pampa y la vía" que era un lugar (no se a que vía se refiere) donde hace muchos años no había nada de nada, era un sector desolado.

Y ya que estamos en el tema, curiosamente en estos días estuve pensando en algunos dichos y su origen, voy a publicar uno.

Un abrazo para todos.
Jorge Luchia