Esto trata sobre un espectáculo muy particular que ofrecía un domador. El, se presentaba en el escenario con un cocodrilo de gran dimensión. Un batero con un
redoblante, complementaba el acto. A la orden del domador y con un golpe de redoblante, el cocodrilo abría la boca en su totalidad. En ese momento, el domador colocaba su miembro sexual en posición tal que de cerrar la boca el coco
(así lo llamaban, sino no termino mas), amputaría totalmente al domador. Al ritmo
de golpes de redoblante, el coco comienza a cerrar la boca. Golpe tras golpe un poco mas, hasta llegar a un micrón de la piel del domador. Un golpe mas de percusión y el coco abre la boca en su totalidad... el teatro estalla en un nutrido aplauso que dura minutos. El domador saluda en reiteradas oportunidades. Seguidamente propone al público si se encuentra presente alguna persona que se anime a subir al escenario para hacer la misma prueba y desde la platea se escucha la voz de un afeminado que dice: "YO, YO, YO..." pero no se si podré abrír tanto la boca ! ! !...
Horacio Wolfman
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