domingo, 21 de noviembre de 2010

para reir un poco

CARLOS EMILIO

Un tipo recibe una llamada anónima, avisándole que

todos los días, en cuanto él se va al trabajo, su mujer
lo engaña con un amigo, Carlos Emilio.
Al día siguiente, el tipo sale de su casa pero se queda
espiando desde la esquina.
Al rato ve llegar al tal Carlos Emilio, un tipo súper
atlético, aristocrático, con un BMW último modelo,
ropa italiana última
moda, un ramo de flores y toca
el timbre de su casa.
Desde lejos ve que su mujer abre la puerta y lo hace
entrar.
El marido corre a su casa, abre con su llave sin hacer
ruido, entra sigilosamente y espía por la puerta entreabierta
del
dormitorio. La mujer se había esmerado por poner las mejores sábanas.

Carlos Emilio se quita la chaqueta revelando unos

hombros poderosos y armónicos.
La mujer lo besa apasionadamente mientras se quita

los zapatos.

El marido no sabe qué hacer, ni cómo intervenir y

sólo atina a seguir espiando.

Carlos Emilio se quita la camisa de seda natural y

muestra un torso perfecto, un vientre duro y sin
un gramo de grasa.

La mujer se quita la falda dejando al descubierto

unas piernas y nalgas llenas de celulitis, y acaricia
con locura a Carlos Emilio.

Éste se quita los pantalones, sus piernas son virilmente perfectas.

La mujer se quita la blusa: su vientre lleno de estrías,

se suelta el sostén
y los pechos, flácidos y caídos le

cuelgan hasta el ombligo.





El marido esconde la cara entre las manos y murmura:

- ¡Puta madre...

qué vergüenza estoy pasando con Carlos Emilio!












2 comentarios:

Trinjaus dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antonio dijo...

Simplemente maravilloso, es uno de los mejores chiste.

Gracias Víctor por publicarlo.

Un abrazo para todos