La cara de un enajenado Johnny Depp puebla las marquesinas de medio mundo. La imagen del Sombrero Loco fue elegida por la productora como icono para la promoción de la versión de Tim Burton de “Alicia en el País de las Maravillas“. Pero ¿por qué es un sombrerero el loco del relato de Lewis Carroll, y no un relojero o un sastre? Porque los fabricantes de sombreros de mediados del XIX estaban, efectivamente, desquiciados….o más bien severamente intoxicados por el uso del mercurio, uno de los metales más tóxicos que existen, en su trabajo.
Los sombreros de la época se hacían con dos tipos de piel. Los de gama alta eran de piel de castor, mientras los más baratos eran de pelo de conejo. Al contrario del pelo del castor, que tiene unos bordes aserrados de forma natural, el pelo de conejo requiere un proceso químico para convertirse en sombrero. En primer lugar se utilizaba nitrato de mercurio para alisar las fibras y darles un tono mate. El proceso se llamaba “carroting“ (de “carrot“, “zanahoria”) porque la piel se volvía naranja. A continuación se afeitaban las fibras de la piel para convertir ésta en cuero y se sumergían en una solución ácida hirviente para endurecerla.
Todo este proceso solía realizarse en talleres mal ventilados, en los que los sombrereros estaban inhalando constantemente los vapores mercuriales. Con el tiempo, estos trabajadores desarrollaban el llamado “síndrome del sombrerero loco”, cuyos síntomas son “irritabilidad, hiperactividad, labilidad emocional, timidez y pérdida de memoria”, según leemos en estapágina sobre intoxicación con metales pesados. El diagnóstico no se corresponde plenamente con el sombrerero de Alicia, que es intrépido, locuaz, extrovertido y obsesionado con el paso del tiempo. Tal vez loco, pero de otro pabellón.
De hecho, y según especula H.A. Waldron en su artículo “¿Estaba el sombrerero loco intoxicado con mercurio?” (BMJ, 1983) Lewis Carroll se inspiró en realidad en el comerciante de muebles Teophilus Carter, vecino de Oxford y bien conocido por el autor. Carter era de hecho conocido como “el sombrerero loco” entre los vecinos por su comportamiento excéntrico y el sombrero de copa que solía usar.
De aquella época también procede la frase inglesa “loco como un sombrerero” de la que hay referencias escritas en 1829, medio siglo antes de que el reverendo Charles Dogson (a.k.a. Lewis Carroll) escribiera “Alicia”, de modo que es muy probable que el escritor conociera la frase. No obstante, ni en “Alicia en el País de las Maravillas” ni en “Alicia a través del espejo” aparece ningún personaje llamado “el sombrero loco”. Sí aparece un sombrerero, y el Gato de Cheshire advierte a Alicia de que está loco. Aunque tal vez sólo estuviera bajo el efecto de los efluvios mercuriales.
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